lunes, junio 4

Un buen día me levante como cada mañana preocupado por los pendientes del trabajo, apurandome a cruzar el tráfico para llegar a tiempo y hacer frente a las responsabilidades de hombre adulto.

Pero de ese dia que no presentaba ningun signo de diferencia, vinieron las palabras que hicieron el suficiente ruido en mi cabeza para destruir castillos creados en el aire.

Castillos en el aire que por imprudencia mia lastimaron a gente que aprecio mucho y que no merecían pasar un mal rato. Ahora queda aprender y vivir mas conciente de lo que pasa alrededor de mi.

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